Empieza desde temprano
A ciencia cierta, un niño comienza a aprender tan pronto como abre sus ojos, y a medida que se desarrolla, explora y descubre el mundo al jugar, tocar, oler, observar y preguntar. ¿Sabías que el primer contacto que tienen los niños con la educación formal suele ser el jardín de infancia? Pues sí, sin embargo, existen diversas opciones para la educación pre-jardín de infancia.
De hecho, uno de los beneficios más relevantes de asistir a un centro de aprendizaje temprano, es que se forma la base perfecta para el aprendizaje permanente, pues se ha comprobado que los infantes que comienzan su educación temprana crean un hábito de aprendizaje saludable y consideran cosas tales como la lectura una parte normal de la vida, en lugar de una tarea molesta.
Ciclo educativo y el crecimiento personal
La educación comienza con una pregunta y continúa para la recopilación de información objetiva, colocándola en el contexto adecuado, en el que se asimila y se procesa para convertirse en un conocimiento que se ensancha horizontes. Esto aplica no solo para los niños, sino también para los adultos.
Es necesario ampliar los horizontes para el desarrollo personal, y esto va mucho más allá de la educación formal. A modo ilustrativo, si tienes 40 años y eliges leer una obra importante de la literatura, como Ulises de James Joyce, tus horizontes se ampliarán acto tras acto.
La educación y la confianza en sí mismo
En palabras del autor indio, Chanakya: «La educación es tu mejor amiga. Una persona educada es respetada en todas partes. La educación vence a la belleza y la juventud”. Esto involucra que cuanto más aprendas tu auto-imagen será más clara y positiva. El aprendizaje puede mejorar tu confianza de muchas formas tales como: la mejora de tu posición dentro de la sociedad, te hace sentir bien contigo mismo/a; además permite que coloques adelante tus ideas de manera más elocuente, aporta una base sólida para una carrera y al final, desempeña un papel importante en el éxito financiero.
Más allá de la educación formal
Bien es cierto que la escolarización no es la única forma aceptable de aprendizaje. ¿Qué quiere decir esto? Que el aprendizaje permanente es un camino para los que tienen una actitud positiva hacia el progreso profesional y personal. Se diferencia de la educación formal porque es un acto voluntario. Las personas pueden decidir que aprender según su contexto, su origen, historia del lugar en el que viven, los temas relacionados con el trabajo o básicamente cualquier cosa que desafíe sus mentes y de lugar a expandir sus horizontes.
¿Es una habilidad el aprendizaje?
Sí y hay que dominarla. En especial si, durante tu educación formal, eras aprendiz de corazón. La única condición para que ocurra un aprendizaje es la voluntad. Si batallas para mantenerte positivo ante el aprendizaje, es probable que no te vaya bien. El aprendizaje efectivo significa que debes encontrar la información que se va a traducir en conocimientos o habilidades. Siempre toma notas, analiza, cuestiona y reflexiona sobre todo lo que aprendas.
El aprendizaje permanente conlleva una serie de beneficios para el crecimiento personal y profesional continuo. En las inmortales palabras de Henry Ford: «Cualquier persona que deja de aprender es viejo, ya sea a los veinte u ochenta. Cualquier persona que se mantiene aprendiendo es joven”.