En tiempos de desempeño cada vez más exigentes, muchas personas se debaten entre el equilibrio de su vida laboral con lo personal. Para muchos es, sencillamente, una misión imposible por múltiples factores: la presión externa, las amenazas que suele ocurrir, y, principalmente, las creencias muy arraigadas acerca de que trabajar en exceso traerá mejores resultados.
La adicción al trabajo y a permanecer activos surge de una inseguridad interna donde, o bien se predice un desastre o se cree que se es alguien absolutamente indispensable para el éxito del trabajo. Ambas cosas son falaces.
Para evitar esto, es necesario reemplazar la idea obsesiva que te impide desconectar del trabajo, generalmente expresada en negativo como cuando te dices “eso no es posible” o “este trabajo no me lo permite”. Pon, en su lugar, otra que sea más a tu favor, y que te ayude a tomar acción, del tipo “ganaré en energía y enfoque si me disciplino en hacer ejercicio físico tres veces a la semana”. Así, bajará sustancialmente tu nivel de estrés.
Una vez finalizada la jornada laboral apaga los dispositivos de trabajo. En algunos países ya se empieza a regular el tema de la interrupción profesional fuera de los horarios establecidos. Fuera del trabajo, apaga conscientemente todos los puntos de contacto con la labor; salvo que ocurran verdaderas emergencias, que serán la excepción, no la norma. Desconecta el celular laboral; desconfigura la sincronización de la cuenta de correo laboral, y conéctate media hora antes de tu tiempo de inicio de la jornada profesional.
También puedes renegociar tus compromisos laborales. Cuando trabajas en equipos de los llamados “de alto desempeño”, es necesario acordar con los líderes las condiciones de respeto del tiempo personal, por tu salud, la de tu entorno, e, incluso, tu rendimiento dentro de la organización.
Las personas que gestionan bien su tiempo aplican el recurso de hacer una lista de los compromisos laborales extra o fuera de horario. Priorízalos y ponlos en categorías; algunos seguramente podrán delegarse, otros, dejar pasar, y algunos pocos serán impostergables. Haz todos los acuerdos y renegociaciones de cada caso. Sobre todo, sé consciente de que no podrás estar en todos los lugares con la misma energía.
Otra forma de quitarte la conexión inconsciente con temas del trabajo es distraer el foco de tu atención hacia otra actividad totalmente disímil, que te conecte con algo que te produzca mucho placer. Una lectura nutritiva, escuchar música, hacer un hobby, compartir con amigos sin dejar pasar ese compromiso, son algunas formas de distracción consciente.
Fuente: http://emprendedoresnews.com