Todas las organizaciones necesitan estructuras para coordinar el trabajo de sus colaboradores. Sin una estructura clara, jerarquía y designación de responsabilidades, probablemente ninguna organización podría avanzar. Por ese motivo, a fines del siglo XVIII, cuando se estableció el modelo empresarial que ha subsistido hasta fines del siglo XX, la estructura organizacional ha sido de carácter jerárquico, ubicando a la cabeza del organigrama al Gerente General.
A partir de los sesentas, con el desarrollo de conceptos de management, surgió la estructura organizacional matricial, donde se delegó el liderazgo en Gerentes de Proyectos. Y, ahora, en pleno siglo XXI, en plena era digital, la corriente parece buscar el flujo dinámico del poder y la autoridad, a partir del trabajo colaborativo, donde destaquen equipos más que líderes.
Este esquema se conoce a la fecha como la organización plana, aquellas pirámides de base ancha donde no existen tantos escalafones entre la plana gerencial y el resto de colaboradores. Bajo esta filosofía, miles de empresas de tecnología en Silicon Valley promueven la creación de organizaciones en las que los empleados elijan los proyectos en los que desean participar, integrándose a uno o más equipos de desarrollo, donde los líderes poseen roles rotativos. Bajo este esquema, las estructuras se adaptan, más que a la necesidad de los líderes, a las exigencias de cada grupo. En estas empresas, a diferencia de las compañías tradicionales, los integrantes de los equipos evalúan y califican a sus líderes, y deciden incluso quién se queda o quién se va, según determinadas variables, entre las que destaca el aporte y el rendimiento de cada individuo.
Muchas compañías, que empezaron como startups, se iniciaron en los negocios con estructuras planas, pero a medida que fueron creciendo se volvieron más complejas, pero sin caer en modelos jerárquicos o burocráticos. Y, en un mundo donde la agilidad se ha convertido en una palabra clave en el diccionario de los CEO, son las empresas menos jerárquicas, las únicas que podrán responder rápidamente a procesos de cambio, transformación o adaptación.
MODELOS CLAVES
Para Jacob Morgan, reconocido consultor internacional y escritor de libros sobre gerencia y que cuenta con una web de contenidos empresariales The Future Organization, considera que en estos tiempos de transformación digital, de trabajo colaborativo y organizaciones planas, existen cuatro modelos de estructuras entre las empresas que mejor se adaptarán los cambios por venir.
1. Organizaciones igualitarias
A diferencia de las empresas de jerarquía tradicional, esta estructura, sin ser plana del todo, busca abrir líneas de comunicación entre los trabajadores de diferentes áreas, eliminando las capas de jerarquía que pesan sobre ellos. Para compañías globales, con modelos más jerárquicos, este es un modelo al que muchas aspiran llegar en menos de una década.
2. Organizaciones planas
A diferencia de cualquier otra estructura corporativa que existe, las compañías planas no poseen planas directivas. Todos, a lo largo de la organización, son vistos y tratados como iguales. Las organizaciones planas también a menudo se denominan organizaciones autogestionadas. El ejemplo más famoso es la firma de tecnología Valve, donde no existen jefes.
3. “Flat”arquias
Se trata de un punto medio entre las empresas jerárquicas y las organizaciones planas. Pueden ser más jerárquicas y tener al mismo tiempo equipos especializados para estructuras más planas o pueden tener estructuras planas, pero con equipos de líderes especializados. Las organizaciones con este tipo de estructura son muy dinámicas, porque cambian y se adaptan constantemente.
4. Organizaciones holacráticas
Morgan describe este modelo como tratar de mejorar la forma en la que funciona un automóvil sacando todo el motor y reconstruyéndolo en lugar de trabajar en algunas de las áreas principales que realmente podrían impulsar el rendimiento. A veces arrancar el motor y comenzar de cero no siempre es una opción, especialmente cuando el automóvil está moviendo.
No obstante, pese a que muchas empresas están migrando a estos modelos, sobre todo aquellas de base tecnológica, el consultor empresarial Óscar Nuñez, CEO de Overall, considera que, si bien la vertiginosidad de la era digital, que comenzó hace 18 años, está introduciendo decenas de cambios al interior de las organizaciones, existen elementos que no van a cambiar: tener clientes, generar ganancias y contar con el mejor talento posible. Bajo ese escenario, las compañías podrán hacer cambios en su estructura, pero sin afectar el correcto desempeño de esas tres variables. “No porque una empresa sea digital debe prescindir de posiciones de liderazgo, o ser una empresa con estructuras más tradicionales ahora es malo”, explica Núñez.
Según este experto, el principio universal de la administración, que se definió con las primeras empresas, a partir de un cuerpo gerencial a la cabeza, introduce orden, disciplina y planificación. El resto de modelos, sin una visión clara de los negocios y procesos altamente sofisticados de seguimiento del cumplimiento de los objetivos estratégicos, podría conducir al caos y la anarquía. Lo que sí ve Núñez en el caso de las empresas peruanas a corto plazo, es la creación de nuevas estructuras, a nivel de gerencias, departamentos o áreas, relacionadas a temas de innovación y nuevas tecnologías. Sin embargo, considera que cada vez que se aplica un cambio en la estructura organizacional se debe hacer pensando en los objetivos estratégicos de la empresa.
“De nada servirá tener una Gerencia de Innovación si esta no conversa con el resto de gerencias. Tampoco crear una unidad de Nuevas Tecnologías, si no se sabe exactamente qué objetivos se persiguen”, expresa Núñez. Bajo ese contexto, cabe preguntarse, ¿estamos preparando a las empresas de hoy para los retos del futuro? ¿La estructura gerencial del presente es lo suficientemente potente para explotar las oportunidades que ofrece la era digital? ¿Seremos líderes otros 20, 30 ó 50 años más con esta misma estructura organizacional? Si no nos hacemos estas preguntas hoy, difícilmente tendremos las respuestas mañana.
Fuente: https://elcomercio.pe/