- El incremento en el uso de las redes sociales ha generado nuevas cuestiones en el ámbito laboral.
- Los trabajadores deben aprender qué hacer respecto a sus jefes y supervisores en las RRSS.
- Un informe de Randstad señala las actitudes típicas de los trabajadores locales respecto a sus superiores.
Imaginate la siguiente situación: estás en tu casa, recostado tranquilo en tu sillón mirando una de tus series preferidas. De golpe, una notificación del celular distrae tu atención y te lleva a revisar la pantalla, para descubrir que se trata de una nueva solicitud de seguimiento en tu cuenta de Instagram… Nada más y nada menos que de parte de tu jefe directo.
¿Qué hacés en ese caso? ¿Lo aceptás? ¿Lo rechazás? ¿Te ponés a pensar en el tipo de contenidos que publicás? ¿Pensás en dejar de publicar ciertas cosas? Sabés que aceptarlo implica renunciar a tu privacidad y que rechazarlo o no contestarle puede generarle dudas o un ambiente tenso entre ambos.
La decisión es, sin lugar a dudas, difícil de tomar. Puede que incluso tengas una excelente relación con tu jefe, pero que de todos modos no quieras que este vea lo que publicás cada fin de semana o conozca más detalles sobre tu vida. Y es tu derecho no compartir esta información.
Lo cierto es que, si se analiza por tan solo unos minutos la evolución del mercado laboral y las propias características de los trabajadores, se puede identificar una clara diferencia entre lo realizado por generaciones como los Baby Boomers o la Generación X. Para los Millennials la brecha entre vida laboral y vida personal resulta casi inexistente, por lo que permiten y alientan este tipo de vínculos en redes sociales.
De hecho, los últimos resultados del Randstad Workmonitor, reflejaron el estado de la relación entre los trabajadores y sus jefes en ámbitos de redes sociales a nivel de más de 30 países del mundo. En el caso de Argentina, los resultados más relevantes indican que:
Decidir si esta es o no una buena idea dependerá únicamente de vos. Tenés el derecho a mantener tu vida privada alejada de la oficina y a guardarte algo deinformación para vos mismo, nadie puede ofenderse por ello.
Pero lo cierto es que en algunas ocasiones los vínculos en redes socialespueden promover un mejor ambiente en la oficina, por lo tanto, rechazar de plano la idea de aceptar o añadir a tu jefe en RRSS no es precisamente una buena idea.
- Fuente: Universia Argentina