El mercado actual es muy competitivo. De ahí que sea normal que las empresas experimenten continuos cambios organizacionales, como consecuencia de esto las compañías tienen que enfrentarse a esta situación utilizando distintas herramientas.
Por eso, muchas empresas recurren a fusiones, alianzas estratégicas, reducciones de plantilla o el downsizing. Esta última estrategia consiste en reorganizar o reestructurar la organización con el fin de mejorar los sistemas de trabajo, con un menor número de plantilla. Dicho de una manera más sencilla, se trata de la reducción de personal.
Parece ser que este concepto se creó en la década de los 70. Aunque no fue hasta 1982 cuando se empezó a usar en referencia a la reducción de plantilla de una empresa. De este modo las empresas buscan permanecer en el mercado y, asimismo innovar tecnológicamente. Básicamente lo que buscan es:
- Capear un momento de crisis.
- Reducir costos de personal.
- Incrementar el rendimiento del personal restante.
En definitiva, salvar la empresa.
Tipos de downsizing
Existen dos modalidades de downsizing que podemos aplicar en nuestra organización:
- Reactivo. Es aquel que se lleva a cabo como respuesta defensiva ante los acontecimientos que se van dando en el mercado.
- Proactivo. Se toma la iniciativa desde la propia organización con el fin de mejorar la competitividad empresarial. Según investigaciones, este tipo de downsizing es visto por las empresas como una opción de rescate, mientras que para los empleados es una causa de inseguridad. De ahí que sea aconsejable ser cuidadoso cuando se ejecutan este tipo de medidas.
Ventajas e inconvenientes del downsizing
Como ventajas del downsizing podemos destacar:
- Incremento de la productividad. Con esta estrategia se logran mejores resultados con menos recursos. Por lo general, en una empresa la plantilla supone un alto coste total del producto. Si el personal disminuye se reducirán los costes de manera significativa.
- Se reduce la “burocracia”. La mayoría de los problemas de la empresa tienen su origen en la “burocratización”. Esta provoca que los procesos sean lentos y complejos. Y además, reduce la posibilidad de innovación y creatividad o de mejorar la calidad de los servicios, entre otras cuestiones. Si se le quita “peso” a la estructura organizacional de la empresa, esta última puede adaptarse más rápidamente a cualquier tipo de cambio y ello mejorará la producción.
- Mejorará la comunicación. Al contar con unas estructuras menos rígidas y complicadas, se reducirán el número de intermediarios y canales en una comunicación. Igualmente, la información fluirá por los departamentos de forma más ordenada.
- Reducción de costes. Otro de los beneficios de aplicar el downsizing es la reducción de los costes, ya que algunos departamentos que tenía la empresa desaparecerán. Por lo tanto, provocará un ahorro. Aunque también es verdad que algunas empresas optan por el outsourcing. En cualquier caso, el resultado es una relación más flexible y ágil.
Sin embargo, como es evidente, no todo son cosas positivas en este aspecto. En cuanto a los inconvenientes o desventajas del downsizing cabe señalar:
- Desmotivación de los trabajadores. Con el fin de evitar esta situación, es importante que desde la gerencia de la empresa se informe y explique a toda la plantilla sobre lo que está sucediendo, así como los motivos por los que se van a realizar esta serie de cambios.
- Muchas veces, y equivocadamente, esta medida se aplica como una manera de reducir costes, dejando a un lado las razones estratégicas. No obstante, esta estrategia no da buenos resultados porque ni se obtienen beneficios, ni se incrementa la productividad. Para que el downsizing tenga éxito debe combinarse con otras medidas, como por ejemplo, programas de formación continua para aquellos empleados que se queden en la empresa.
- También hay que considerar que el downsizing acarreará una pérdida de capital social ante la pérdida de talento humano. De la misma manera, los trabajadores buscarán oportunidades fuera de la empresa ante el despido inminente. Como consecuencia se producirá una fuga de talentos.
En resumen, una estrategia de downsizing hay que planificarla correctamente o de lo contrario producirá resultados nefastos para la compañía. Aunque sea necesario aplicarla por obligación debemos controlarla para reducir al máximo el impacto negativo que pueda tener para la organización.
Fuente: https://www.emprendepyme.ne