En cualquier escenario donde se desarrolle una actividad laboral seguramente se encontrarán un sinnúmero de personalidades que pertenecen a una gran variedad de profesionales de diferentes perfiles que conviven gran parte del día. Algunas de esas personas con sus comportamientos o actitudes afectan a otros en su entorno e influir negativamente en el desempeño laboral de los demás.
De acuerdo con Leonardo Zúñiga, psicólogo investigador del Politécnico Grancolombiano, identificar a estas personas es un aspecto clave dentro de las compañías actualmente, porque determinan en gran medida la armonía y el buen clima organizacional necesarios para el correcto funcionamiento de un equipo de trabajo.
“Estos conceptos son importantes en el buen desempeño de las personas que están en ambientes organizacionales. Usualmente los ambientes hostiles se presentan por cierto tipo de personas, personas tóxicas, y su efecto está relacionado directamente con el tema de la productividad en una empresa, por eso es algo que en la actualidad preocupa a muchos jefes”, puntualiza Zúñiga.
Según el psicólogo, un ambiente laboral hostil puede identificarse como uno con un clima organizacional inseguro, donde es evidente la falta de oportunidades de desarrollo o donde la gente constantemente se desmotivada, donde se quejan mucho, donde no tiene metra claras y los conflictos son frecuentes.
Para hacer frente a un ambiente laboral inhóspito, agresivo y tóxico, es vital la motivación.
“Estamos hablando de la motivación interior, la que es intrínseca y que nos impulsa a alcanzar nuestras metas y nuestros objetivos. Algo que muchos ya tienen claro es que si hacen lo que les gusta y les apasiona el ambiente laboral no va a afectar su desempeño laboral”, asegura Leonardo Zúñiga. “Caso contrario si la persona no está lo suficientemente motivada, si no está conforme con su rol y con sus funciones. Si a esto le suman un ambiente laboral hostil, se va a afectar notablemente la productividad”, agregó.
Este problema de motivación no preocupa a los empleados únicamente, también a los empleadores les llama la atención. “Son muy pocos los que están satisfechos en sus trabajos. Muestra de ello es que ante cualquier oferta laboral sin dudarlo mucho estudian la posibilidad de irse y dejar su actual puesto. Esto ha llevado a las empresas a preguntarse qué hacer para enamorar a su gente y que no busquen otras opciones de trabajo”.
Hay que recordar que los jefes son los líderes del equipo y como tal tienen funciones, más allá de la delegación y control de las tareas. Parte del rol de jefe es identificar a las personas tóxicas y negativas, a esa persona que es nociva para los ambientes laborales y, mediante las herramientas que considere necesarias, minimizar su impacto en el trabajo de los demás.
Algunas recomendaciones que hace Zúñiga para trabajar en medio de un ambiente laboral muchas veces negativo son:
– Leer a los compañeros de trabajo: Si la relación con los colegas es difícil, y no se logra culminar con éxito los proyectos, hay que evaluar que personalidad tiene cada miembro de su equipo de trabajo, de esta manera entender el patrón de comportamiento de los compañeros y las acciones a seguir.
– Mantenerse ocupado: Es una de las mejores formas de enfocarse en el trabajo y la labor designada que, si como valor agregado es del agrado del trabajador hacerlo, va a ser mucho más productivo satisfactorio.
– Manejar una comunicación asertiva. Es sano para el equipo y para sus integrantes mantener un dialogo abierto y cordial. Pero hay que ser claro y directo cuando se necesario decir ‘no’, cuando se vea como otros afectan el trabajo o están delegando sus funciones y responsabilidades, hay que hacerlo saber al jefe. Hay que saber limitar el trabajo.
– Evitar al máximo relacionarse con elementos tóxicos. Las actitudes y acciones de estas personas sin duda afectarán a quien esté cerca. Si es estrictamente necesaria la relación, mantenerla en términos profesionales y con los límites y funciones claramente definidas.
– En lo posible no quejarse. Más allá de dar quejas a los superiores hay que entrar en acción, tomar decisiones o sugerir soluciones.
La última recomendación, que sería la más radical de todas, es que si no se logra hacer que las cosas funcionen de la mejor forma se hace necesario buscar un cambio de trabajo.
“No intente cambiar por dinero su propio bienestar y felicidad, la realización laboral debe ir de la mano de la satisfacción personal. Busque opciones profesionales que le permita crecer de manera integral en un entorno saludable”, indica Zúñiga.
Fuente: http://www.portafolio.co