Seguro que más de una vez has pensado en negociar algo en tu puesto de empleo o a la hora de conseguir trabajo como algo intimidante. Quizás sea porque hasta el momento no se ha presentado la ocasión para ti pero te aseguro que no es algo tan difícil como puede parecerte. ¿Crees que no sabes hacerlo? Quizás unos cuantos consejos te puedan ayudar.
Antes de empezar
Como en cualquier otro aspecto del mundo laboral una buena preparación es algo esencial. Estudia bien la propuesta que quieres hacer o el tema sobre el que quieres tratar para poder enfrentarte a cualquier duda que se plantee. Además, identificar los puntos fuertes y débiles de tu interlocutor puede ayudarte a anticipar su posible respuesta a la cuestión que planteas.
Sé claro
Expón desde un principio el objetivo que quieres conseguir. Hablar claro es algo muy valorado y no quiere decir que debas ser intransigente y negarte a cualquier otra opción que puedan ofrecerte. Además el plantear alternativas a tu demanda inicial en las que ambas partes seáis beneficiadas puede aportarte mucho más a posteriori.
Escucha a la otra parte
Ceder no es malo. Y es que, si la negociación es un diálogo, necesitas conocer cuál es la postura de la otra parte acerca de lo que estás planteando. Algo que puede ser de gran ayuda es hacer una lista de cosas a las que puedes renunciar para conseguir tu objetivo. Presentar este tipo de opciones hace más sencillo encontrar puntos en común durante la negociación.
Establece tus límites
Saber hasta dónde puedes llegar es casi tan importante como saber ceder y hablar claro. El que tengas claros tus límites desde el inicio de la negociación te ayudará a establecer el espacio para negociar. Saber decir que no también es algo positivo.
Tómate tu tiempo
Las negociaciones no siempre son rápidas. En ocasiones es posible encontrarse con negativas, pero eso no quiere decir que sea un fracaso sino que se necesita más tiempo para alcanzar un acuerdo.
Deja las emociones al margen
Aunque en una negociación estés defendiendo tu interés personal debes evitar que tus emociones influyan en el proceso. Dejarte llevar por ellas en un momento crucial puede hacer que te desvíes de tu objetivo.
Ni vencedores ni vencidos
Una negociación exitosa no es aquella en la que consigues todos tus objetivos al primer intento. Tu negociación habrá sido un éxito si al conseguir tu objetivo has conseguido también que la otra parte se beneficie de ello.
Como puedes ver aprender a negociar en tu lugar de trabajo puede ayudar a que tu experiencia en el mundo laboral sea mucho mejor. Con una buena preparación y práctica podrás enfrentarte a todas las negociaciones que puedan hacer mejorar tu situación como trabajador.
- Fuente: Universia Chile