El anglicanismo networking está muy de moda y parece que remite a una práctica moderna, pero en realidad ha existido toda la vida. Hacer networking no es otra cosa que construir relaciones empresariales y laborales, que nos permitan desarrollar oportunidades de negocio, compartir información y buscar clientes o empleadores potenciales. Y para lograrlo no basta con “dar manos” y repartir tarjetas.
Hay personas a las que se les da muy bien tratar con desconocidos y hacer potenciales contactos de negocios en los lugares más inesperados, pero no todo el mundo tiene esta facilidad. Por suerte, como todo en esta vida, nuestras habilidades para hacer networking se pueden entrenar.
Como apunta en The Guardian el psicólogo Rob Yeung, autor de Confidence 2.0: The New Science of Self-Confidence, “es fácil pensar en el networking como un proceso en el que hay que hablar con completos extraños, chismorrear y pretender ser algo que no eres. Pero muchas personas pasan de sentir que no pueden lograrlo a hacerlo realmente bien”.
Y merece la pena hacer el esfuerzo. Esta constatada la relación entre un networking bien entendido y la posibilidad de que un negocio funcione o se abran nuevas oportunidades de empleo. Hay estudios, claro, pero es una obviedad que todo el mundo conoce: cuantos más contactos tengas en un sector dado más fácil te será encontrar un nuevo trabajo o hacer un nuevo cliente. Los negocios son relaciones. Y lo han sido toda la vida.
Yeung comparte algunas pautas para hacer buenos contactos, a las que hemos añadido alguna recomendación más adaptada a nuestro entorno:
1. No hagas contactos, trata de hacer amigos
No hay nada que cause más rechazo cuando conoces a alguien que pensar que te está intentando vender algo o que solo habla contigo por mero interés. Si entablas una conversación con el único objetivo de obtener el móvil de una persona o vender tu producto la gente huirá de ti como de la peste.
En un entorno laboral las conexiones laborales se dan por sentadas, es por ello que lograrás contactos mejores si tratas de entablar una conversación con la intención real de conocer a la persona (la oportunidad de hacer negocios ya llegará) y que esta se acuerde de ti si la escribes un correo o te la encuentras en otro lugar.
2. Haz networking todo el rato
El peor lugar para hacer networking son los encuentros para hacer networking. Se conoce a demasiada gente, en un ambiente artificial. Los mejores contactos de trabajo se realizan en ambientes distendidos, en los que conocemos a amigos de amigos, ya sea en un concierto, tomando unas copas o en una comida multitudinaria. En cualquier momento puedes acabar entablando relación con alguna persona que trabaja en tu sector y no conocías.
3. No hables tanto: escucha
Damos por hecho que las personas introvertidas hacen muchos menos contactos que las extrovertidas, pero esto no siempre es cierto. Como apunta Yeung, “los extrovertidos algunas veces hablan demasiado y dominan las conversaciones inapropiadamente”. Para hacer contactos es más importante saber escuchar y hacer las mejores preguntas en el momento adecuado.
A la gente le gusta que le escuchen, no que le suelten monólogos. Hay personas calladas que son geniales haciendo contactos. Como decía el mítico pianista Thelonius Monk, es importante no estar tocando todo el rato, pues lo que no tocas puede ser más importante que lo que tocas.
4. Comparte tu historia con humildad
Tener don de gentes no es sencillo, pero lo que es seguro es que no es algo que pueda forzarse. Los típicos cantamañanas que se pasan el día queriéndose a sí mismos, acaparando la conversación y dejando claro lo buenos que son pueden tener éxito entre cierto tipo de público, pero despiertan un rechazo frontal en la mayoría de personas.
Ya no estamos en el colegio. La popularidad se demuestra con tu trabajo. Tus logros y tu puesto son fáciles de conocer y comunicar, pero para hacer contactos no debemos presumir de ello, sino cautivar a la gente por nuestra historia personal: compartiendo anécdotas, situaciones divertidas o problemas… En general, el tipo de cosas que hacen que una conversación sea interesante y, por tanto, las personas que participan activamente en ella.
5. Mantén el contacto
De poco sirve conocer a gente si se van a olvidar completamente de nosotros el día siguiente. Es importante quedarte con el contacto de las personas con las que hayas coincido –con todos los contactos, pues nunca sabes a quién vas a necesitar en un momento dado–, pero, además, mantener este.
Hoy en día, gracias a las redes sociales es mucho más fácil mantener una relación, aunque sea virtual. Si realmente has creado un vínculo con una persona, el mero hecho de que os leáis recíprocamente en Twitter o veáis las fotos que compartís en Instagram hace que este se mantenga, y la relación pueda retomarse llegado el caso.
Fuente: https://www.lainformacion.com/