Las oficinas flexibles llevan varios años presentes, siendo posible encontrar ciertas características en las centrales de algunas de las multinacionales más importantes, pero ha sido durante el 2018 cuando la tendencia ha aterrizado con fuerza en compañías de todos los tamaños. Y es que, tanto grandes corporaciones, como medianas y pequeñas empresas se están apuntando a esta tendencia que aporta beneficios por igual a empleados y líderes y que está revolucionando la percepción tradicional del trabajo en oficina.
Los espacios de trabajo clásicos han quedado obsoletos. Las nuevas generaciones de trabajadores, emprendedores y autónomos demandan áreas mucho menos rígidas y estáticas, en favor de entornos más sociales, libres y conectados.
Lexington, uno de los proveedores de espacios flexibles más destacados del país, con servicios dirigidos al alquiler de despachos en Madrid y Barcelona y de coworking en Madrid, señala cuáles son las claves del éxito de este concepto cada vez más demandado:
ESPACIOS FACILITADORES
Los espacios de oficinas flexibles permiten a compañías de cualquier tamaño disponer de una oficina totalmente adaptada a sus necesidades: contratos con todo incluido y sin largas permanencias y una configuración totalmente personalizable. Además, estos entornos de trabajo se adaptan a las demandas de crecimiento, pudiendo acoger en un primer momento a x número de empleados e ir incorporando más m2 con el aumento de la plantilla. Y si a todo esto, sumamos el uso de recursos compartidos, sin ningún coste adicional, las ventajas son más que notables.
ESPACIOS CONECTORES
Las zonas comunes y de coworking se han convertido en imprescindibles. Es por eso que en las oficinas flexibles se ha dado prioridad a estas áreas en las que los trabajadores pueden trabajar a la vez que conectar con el resto de “inquilinos” gracias a actividades formativas, de networking o de bienestar, fomentando así su satisfacción tanto personal como profesional. Estos espacios abiertos se han convertido en un must de las oficinas flexibles.
ESPACIOS TECNOLÓGICOS
Las oficinas de este siglo están hiperconectadas. Las redes Wi – Fi de conexión a Internet llegan a cualquier rincón de la oficina y de esta forma los trabajadores tienen la libertad de trabajar desde una mesa de trabajo con un ordenador de sobremesa o desde una zona social con un dispositivo portátil. Sin olvidar la capacidad que tienen estos espacios de dar cabida a las demandas tecnológicas de clientes con unos requerimientos muy específicos y avanzados.
ESPACIOS ATRACTIVOS
Tradicionalmente las oficinas lucían tonos blancos, cremas o pasteles y el mobiliario se limitaba a mesas, sillas y cajoneras, pero las oficinas flexibles han revolucionado también la estética y es fácil encontrarse con tonos más coloridos o fuertes, así como con nuevos y originales formatos que aportan creatividad al ambiente y que, en definitiva, convierten a las oficinas flexibles en un entorno más atractivo e inspirador para sus usuarios.
Fuente: http://www.rrhhdigital.com/