Aunque no hay un modelo de oficina que aplique a todas las empresas, sí hay un consenso sobre la importancia de ciertos elementos para garantizar el bienestar de los colaboradores: el ejercicio y el movimiento, acceso a la luz, aire limpio y comida sana. Integrarlos todos en los lugares de trabajo mejora la vida de los colaboradores no solo cuando están dentro de la oficina, sino también fuera de ella.
Tener un equipo más saludable y feliz mejora la productividad y la innovación dentro de la empresa. Aquí, cinco soluciones de diseño que ayudan a lograr esta meta:
1. Oficinas que promuevan el movimiento
Ya se sabe que pasar todo el día sentado no es bueno para la salud, pero en la mayoría de los lugares de trabajo, las interacciones y tareas requieren permanecer en el mismo asiento. El extremo contrario también es negativo, ya que pasar largas horas parado no es ideal. Por eso, la respuesta está en la habilidad de cambiar de postura y generar movimientos cada 20 minutos. Si tu oficina ofrece diferentes espacios, como áreas para juntas de pie o elementos modulares que puedan arreglarse de distintas formas para promover el movimiento, se genera un ambiente más activo.
A esto se le llama “interacciones con propósito”, que deben estar ligadas a diversos momentos, como juntas de equipo, proyectos más interactivos o momentos de trabajo individual. También ayuda tener escaleras abiertas y cómodas, así como zonas que inviten a interacciones sociales informales. Más allá de las áreas en sí, distribuir las funciones de trabajo y la tecnología para impulsar el movimiento lleva a una cultura más energizada y vibrante.
2. Un edificio pensado en los empleados
En las últimas décadas, la comunidad del diseño y la construcción se ha enfocado en hacer más sustentables los lugares de trabajo, lo cual tiene un impacto positivo en la salud y el bienestar. Un resultado de esto es el International WELL Building Institute, el cual está a la vanguardia de nuevas prácticas de negocios que reinventarán los espacios físicos para que sean mejores para el planeta y para las personas.
Las empresas que lideran este movimiento se están familiarizando con el más reciente estándar de construcción de este instituto, el cual identifica 102 métricas de desempeño, estrategias de diseño y procedimientos que pueden implementarse y que se dividen en aire, agua, nutrición, luz, condición física, comodidad y mente.
3. Espacios para interactuar
Otra forma de atender a la salud mental es crear espacios que impulsen la convivencia entre colaboradores y mejores redes de apoyo entre ellos. Áreas sociales como cafés o hasta espacios informales para descansos ayudan a que las personas se relajen pero también generan colaboración interdisciplinaria. Pero no hay que olvidar que el respeto a los lugares de silencio y tranquilidad es igual de importante. Ahí, las distracciones serán mínimas y quienes lo necesiten podrán enfocarse en sus tareas o simplemente alejarse del estrés.
4. Materiales y herramientas de trabajo “saludables”
Los objetos seleccionados para crear ambientes físicos tienen un gran impacto en la salud. Es importante que los líderes tengan esto en cuenta al seleccionarlos y planear remodelaciones o nuevos espacios. Las empresas que comprenden esto toman decisiones informadas que no perjudiquen (o mejor aún, que mejoren) la salud de sus colaboradores.
5. Por favor… ¡luz natural!
Las empresas no pueden limitar su preocupación por el bienestar a la salud física, también deben ocuparse de la salud mental y emocional. Una de las soluciones de diseño para fortalecer la salud mental en el lugar de trabajo es proveer de acceso universal a la luz natural. Según un estudio de la universidad Northwestern, quienes trabajan en oficinas con más luz duermen más tiempo y con un sueño de mejor calidad, además de tener mejor calidad de vida y actividad física que quienes tienen acceso limitado a la luz natural.
Fuente: Expok News.