En el competitivo panorama empresarial actual, el talento humano es el activo más valioso de una organización. Pero, ¿cómo se atrae, desarrolla y retiene este talento? La respuesta nuevamente la tiene el saber dominar el ciclo de gestión del talento humano. Este proceso integral garantiza que la empresa tenga a las personas adecuadas, con las habilidades adecuadas, en los puestos adecuados.
Un equipo bien gestionado genera resultados y es capaz de transformar la cultura de una organización. Es por ello que comprender el Ciclo de Gestión de Talento es fundamental, para comprender los focos estratégicos en cada una de sus etapas. En este ciclo se desarrollan gran parte de las acciones de la Gestión Humana de una Empresa, te invitamos a recorrerlo en este artículo.
¿Qué es el ciclo de gestión del talento humano?
El ciclo de gestión del talento humano es un proceso continuo que abarca varias etapas, desde la atracción de talento hasta su desarrollo y retención. Cada etapa juega un papel crucial en la creación de una fuerza laboral de alto rendimiento.
De igual manera, podemos hablar aquí del concepto de ciclo de vida de un empleado dentro de una empresa, también conocido como el «employee journey», el cual se divide en varias etapas clave, cada una con sus propias características y desafíos.
Tengamos en cuenta que este es un proceso que podemos observar tanto desde el punto de vista de los empleados, como el de las empresas. Recordando siempre que se trata de conectar personas con organizaciones, para que juntos desarrollen metas en común.
Las Etapas del Ciclo de Gestión del Talento Humano
Planificación:
Esta etapa implica identificar las necesidades de talento actuales y futuras de la organización, alineándolas con los objetivos estratégicos.
Es esencial realizar un análisis exhaustivo de las habilidades requeridas y las brechas existentes.
Atracción:
Aquí, el objetivo es atraer a los mejores talentos al mercado laboral.
Esto incluye la creación de una marca de empleador sólida, la publicación de ofertas de trabajo atractivas y el uso de diversas estrategias de reclutamiento.
Selección:
Esta etapa implica evaluar a los candidatos y seleccionar a los más adecuados para los puestos disponibles.
Durante esta etapa, el candidato pasa por el proceso de solicitud, entrevistas y evaluaciones para determinar si es adecuado para el puesto.
La empresa busca identificar a los candidatos que mejor se ajusten a las necesidades del puesto y a la cultura de la empresa, para ello las entrevistas, las pruebas de habilidades y las evaluaciones psicométricas son herramientas comunes utilizadas en este proceso.
Incorporación (Onboarding):
La incorporación es el proceso de integrar a los nuevos empleados a la organización. Esto incluye la capacitación inicial, la presentación a sus compañeros y la familiarización con la cultura y los procesos de la empresa.
Un programa de incorporación efectivo ayuda a los nuevos empleados a adaptarse rápidamente a su nuevo entorno de trabajo y a sentirse bienvenidos; facilita una transición suave y exitosa para el nuevo empleado, ayudándolo a sentirse bienvenido y preparado para su rol.
Desarrollo:
Esta etapa se centra en mejorar las habilidades y el conocimiento de los empleados.
La capacitación, el desarrollo profesional y la retroalimentación continua son componentes clave de esta etapa.
Es en esta etapa cuando la empresa invierte en el crecimiento y desarrollo del empleado, ayudándolo a alcanzar su máximo potencial.
Retención:
La retención implica crear un entorno de trabajo positivo que motive a los empleados a permanecer en la organización.
Esto incluye ofrecer salarios y beneficios competitivos, oportunidades de crecimiento y un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
El objetivo es crear un ambiente donde los empleados se sientan valorados y quieran permanecer en la empresa a largo plazo.
Salida (Offboarding):
Esta etapa marca la separación del empleado de la empresa, ya sea por renuncia, jubilación o despido.
Es importante realizar una transición respetuosa y profesional, asegurando una salida positiva y recopilando retroalimentación valiosa.
Beneficios de una gestión eficaz del talento humano
Tener en cuenta esta estructura del Ciclo de de Gestión del Talento Humano, reporta grandes beneficios para las organizaciones, entre ellos podemos mencionar:
- Mayor productividad y rendimiento.
- Mejora del compromiso y la moral de los empleados.
- Reducción de la rotación de personal.
- Atracción de talento de alta calidad.
- Fortalecimiento de la marca del empleador.
Al crear una experiencia positiva en cada etapa, las empresas pueden construir una fuerza laboral comprometida, productiva, leal, de alto rendimiento que impulse el crecimiento y la innovación.
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