Cuando estamos armando un equipo, sea de trabajo o deportivo, siempre queremos seleccionar a los mejores… aquellos integrantes que tengan un talento sobresaliente. Todos, cuando formamos un equipo, queremos ganar o garantizar con los integrantes del mismo una actuación sobresaliente.
Medimos mucho a los potenciales integrantes de nuestro equipo basados en dos aspectos importantes: El Talento y la Actitud. Y eso es muy importante en los integrantes de un equipo que desee tener éxito, pero existe un ingrediente adicional que me gustaría añadirle a esta fórmula exitosa: La Aptitud, o traducido de otra manera: ¿Cómo has alimentado tu talento? ¿qué tan respaldada está tu actitud con preparación?
Todos tenemos talento, pero aún siendo así, ¿algunos obtienen mayor éxito que otros? ¿es posible que personas con menos talento que obtienen más logros que otras? ¿es posible que personas con múltiples talentos no necesariamente sean exitosas?
La respuesta a las anteriores preguntas es SI. Regularmente trabajo con un gran conferencista y amigo llamado Donaldo Barros (@donaldobarros) quien suele decir: «Debes saber para que eres bueno» como una forma de identificar tu talento. Debes conocer bien donde está tu talento y saber para que eres bueno, una vez identificado dicho talento es importante que tengas la Actitud necesaria para poder trabajar con base en ese talento y buscar la manera de desarrollarlo.
Desarrollar tu talento quiere decir prepararte constantemente, añadir conocimientos y destrezas a ese talento innato con el que naciste y que Dios te dio. Si no desarrollas tu talento simplemente se quedará como un material en bruto que no interesará a alguien que necesite a una persona con tus características. El prepararse constantemente te convierte en un ser competitivo y hace que resaltes entre profesionales que poseen talentos similares a los tuyos.
En el mundo existen soñadores y realizadores… a veces tu talento te permite crear cosas maravillosas en tu mente, tener ideas geniales, pero si no preparas tu talento y no lo desarrollas, alguien más vendrá y realizará lo que para ti es una simple idea.
Los cazadores de talento no sólo buscan el talento, los cazadores de talentos son cazadores de personas con la Actitud correcta que les permita hacer crecer potencialmente ese talento que poseen. Las empresas, los equipos, las personas no están buscando sólo personas con talento, buscan a esas personas a quienes les brillan los ojos con las ganas de crecer, prepararse, hacer las cosas con pasión y desarrollar al máximo ese talento que poseen. Esa es la diferencia entre personas con talento: sus ganas de desarrollarlo y ser cada día mejores.