Acuden a los países enviados por algún emprendedor o venture builder a fundar una empresa desde la nada, con el apoyo y el respaldo de la entidad de origen, pero sin las directrices del asalariado. Conozcamos este fenómeno a través de sus protagonistas.
Son los caballos de Troya, los enviados especiales, los corresponsales del emprendimiento. Se diferencian de los expatriados tradicionales en que asumen todas las funciones del emprendedor en el país de destino: toma de decisiones, apertura de mercado, contacto con inversores, partners y stake holders, contratación de personal, responsabilidad… Se diferencian del emprendedor por cuenta propia en que tienen siempre un respaldo económico o logístico, nunca están solos, en la retaguardia hay una venture builder o un emprendedor con la cartera, los contactos y los avales cargados. Aunque eso sí, por muy bien que vaya el proyecto, ellos tienes un sueldo y, en caso de venta, no verán un duro, aunque la hayan llevado a las más altas cimas de su sector.
¿QUÉ EMPUJA A LOS EMPRENDEDORES A APOSTAR POR ESTA FÓRMULA?
Resumiéndolo en dos frases, es la solución ideal para el emprendedor novato: puede catar las mieles del emprendimiento sin arriesgar tu patrimonio personal.
-Aventura y experiencia. Va un poco con la forma de ver la vida de los millennials: quieren salir, pero emprendiendo, haciendo algo interesante, no sólo por turismo. La mayoría de los enviados especiales de este reportaje o son muy jóvenes o lo eran cuando apostaron por esta fórmula. Y para todos fue una experiencia vital enriquecedora.
-La crisis económica. Cuando la crisis entra por la puerta, el talento salta por la ventana o, a nuestros efectos, por la frontera. Muchos de esos emprendedores se encontraron con la carrera terminada y sin ninguna perspectiva laboral interesante que asumir en España, de manera que la opción de viajar a otros países a emprender se revelaba muy atractiva.
-Desarrollo profesional. Todos los emprendedores consultados por esta revista coinciden en que este emprendimiento “por encargo” es el mejor máster profesional que han podido vivir. Dos o tres años bajo esta fórmula les ha proporcionado un crecimiento personal y profesional para el que en España necesitarían, como mínimo, diez años.
Estos son tres ejemplos de ‘enviados especiales’ que han montado empresas para otros, y de cuya experiencia puedes aprender:
MARC SORLI (COFUNDADOR DE BEPRETTY): “EMPRENDER FUERA TE MANTIENE AL LÍMITE”
Fue uno de los primeros CEO de Antai. Todo surgió casi por casualidad. “Me sentía estancado en Barcelona y tenía ganas de ir a vivir a Argentina y de iniciar un negocio. Conocía el modelo de las cajas por suscripción (tipo Birchbox) y sabía que en Latinoamérica no había nada al respecto. Tenía mucha experiencia en el mercado de la belleza, porque había sido consultor en grandes marcas, pero desconocía el mundo digital. Un amigo común me comentó que Gerard Olivé, al que conocía por su hermano, podía estar interesado. Casualmente, ellos habían pensado el mismo modelo para Latinoamérica, así que todo fue rapidísimo. Hablamos en marzo y el 12 de mayo de 2012 estábamos aterrizando Gerard y yo en Argentina `para crear Fancybox. En seis meses abrimos oficina en Argentina, Chile, Colombia, Perú y México. El crecimiento fue muy rápido. Al año siguiente trasladamos a Chile la oficina principal. En esa época se sumó Imma Santisteban. Ella estaba en la oficina central y yo vivía cada semana en un país”. Así continuaron hasta 2015 en que Fancybox se fusionó con Bepretty , el proyecto que había montado Álvaro Noain con otros tres emprendedores en Chile. “Nosotros queríamos variar el modelo porque teníamos muchos problemas de logística. Así que la opción de mudar hacia el modelo de reservas que ofrecía Bepretty era la opción lógica: nosotros aportábamos el conocimiento y la base de datos, y ellos la tecnología”. Tras un año más en Chile y otro en Colombia, Marc regresó a Barcelona.
Lo mejor. “La experiencia ha sido muy enriquecedora. Latinoamérica no es una cultura, son muchas culturas muy diferentes, son formas de hacer distintas y vías de desarrollo también distintas. Yo viví en cinco países y monté negocio en varios de ellos, fue intenso y enriquecedor. La logística es muy compleja y había un nivel de desconfianza en el modelo online altísimo. Así que hubo que romper muchas barreras. Pero, aprendí muchísimo: a adaptarme a cada cultura, a ser resolutivo, a superar la burocracia, a trabajar mucho más en equipo, a ser más previsor porque todo es más lento y complicado de lo que esperabas, a ser más realista… Emprender fuera te mantiene constantemente al límite y eso al final hace que aprendas muchísimo.”
Lo peor. “No teníamos que haber abierto los 6 mercados a la vez. En este tipo de proyectos, el emprendedor es muy importante para motivar y tomar decisiones. Eran demasiados mercados y poco equipo. Son personas tremendamente respetuosas, lo que les impide tomar decisiones sin ti y eso ralentiza mucho el avance. Además, la vida de los tres primeros años en los que estaba una semana en cada país se volvió un caos y agotadora. Estar viajando constantemente al final te lleva a la soledad”.
Claves para afrontarlo con éxito. “Analizar muy bien la situación personal: ¿estoy preparado y realmente lo quiero? Seleccionar muy bien el equipo con el que vas a trabajar en cada país porque ellos son los locales. El tercer paso es hacerlo paso a paso, porque cada mercado va a traer muchos problemas nuevos. En cuarto lugar, asimilar los learrning: hacemos reuniones de los equipos de trabajo anteriores para los mercados nuevos elaborando una lista de los que hicimos y de cómo lo solucionamos”.
SANTIAGO VERNETTA (COFUNDADOR Y COO DE CARNOVO): “ERES COMO UN SOLDADITO DEL RISK Y OTROS MUEVEN LAS PIEZAS”
“Lo hice hace nueve años con Rocket Internet. Fui por Europa, Latinoamérica y África. La idea era ir replicando ideas de negocio en países donde no las había y llegar antes que las propias empresas que habían creado el modelo”. Valenciano de nacimiento, creó una primera startup en 2011 que vendió a Masmovil y “luego me ofrecieron un puesto para replicar Groupon en Madrid. Ahí fue cuando me contactó Rocket Internet para montar una réplica de Zalando en Australia. Cuando se lo dije a los de la compañía, me propusieron lanzar Groupon en República Dominicana y me quedé. Pero a la vuelta decidí irme con Rocket a Buenos Aires en 2012 a lanzar un tipo Vente Privée, en Argentina, Chile y Colombia. Estuve 5 meses y en Berlín decidieron que era más prioritario lanzar un modelo Amazon en Latinoamérica. Me mandaron entonces a Perú, Venezuela, Colombia y México todo lo que quedaba de 2012. Pasado ese tiempo me fui a Nigeria. Lanzamos allí, en Marruecos y en Egipto una mezcla de Zalando y Amazón. Tuve un pequeño accidente y regresé a España”. Una vez aquí, se unió a Antai, “cuando todavía era Be Republic. Lanzamos StampyDoo que hoy es ShoppyDay; a continuación, CornerJob en Latinoamérica y ahora Carnovo ”. Hoy, Carnovo cuenta con 22 trabajadores y 200.000 usuarios.
Lo mejor. “Es como emprender con un montón de dinero que no es tuyo. Aprendes muchísimo montando empresas desde cero. En aquella época el dinero no era un problema sino la rapidez de ejecución. Rocket tenía inversores que ingresaban dinero directamente. En Rocket lanzábamos 15 modelos al año de los que sobrevivían 8. En Antai analizamos 200 modelos al año para lanzar 5. Son dos formas distintas de hacer las cosas. Poder trabajar y vivir en mil sitios y al mismo tiempo divertirte es lo mejor.”
Lo peor. “Eres como un soldadito del Risk y ellos te van moviendo las fichas. No puedes ni siquiera tener una bicicleta porque al día siguiente te pueden cambiar de país. Es muy intensivo porque cada día tienes que cumplir retos y es muy estresante”.
Claves para tener éxito. “Saber que vas a aportar valor a la sociedad y que vas a tener éxito, porque el modelo ya ha triunfado en otros países. Miramos dónde se da misma casuística que se daba cuando funcionó y el éxito está más garantizado. Es importante tener foco: no distraerte y apostar primero por el mínimo producto viable. Y contar con un buen equipo y con dinero. Puedes montar un buen equipo con dinero. Cuando quisimos montar el Amazon allí contratamos a la gente de la mayor cadena comercial de la zona porque eran los que dominaban las compras y les pudimos pagar”
“Estuve con el primer grupo de lanzamiento de Groupon y de ahí me fui a Ticketbis. En el primer proceso de expansión me enviaron a Brasil a formar el equipo. Fue a finales de 2011. Acababa de cumplir 24 años. Me apetecía ir a la aventura y en España y Europa estaba todo bastante hecho. Me apetecía el riesgo y la oportunidad. Entre mi perfil más joven y el momento que vivía entonces España era toda una oportunidad ir allí. La idea de ira a Brasil no fue muy bien vista en mi casa. El idioma era distinto y hubo que tener mucha paciencia. Pero encajó muy bien la idea y empezó a crecer rápidamente”, recuerda. Durante 4 años trabajó para Ticketbis hasta que fue comprado por eBay a través de Stubhub. En ese momento decidió lanzar su propio proyecto: Gus Chat, una compañía de producción y licenciamiento de chatbots, con 25 empleados, oficinas en Ciudad de México, Madrid, Bogotá y Lima, 1,5 millones de euros de financiación y 35 grandes clientes.
Lo mejor. “Para mí es esencial empezar con esta fórmula porque muchas veces no sabes lo que hay detrás del emprender. Los países donde yo lideraba eran mis países, era emprendedor total, pero trabajando por cuenta ajena. Así, pude ver los errores y los aciertos que estaban cometiendo los emprendedores originales y aprender a hacerlo mejor. Es un testeo. Se lo recomiendo a cualquier persona. Te despreocupas de muchos de los problemas: si el dinero se acaba al final de mes, sabes que vas a seguir tirando”.
Lo peor. “La incertidumbre de no saber si va a salir bien me producía mucha ansiedad. En el caso concreto de emprender por cuenta ajena, además, tienes que añadir que cuando se vende recibes mucho menos dinero que si es una empresa propia. Ticketbis se vendió en 2016 por 200 millones de dólares y, aunque tuve la suerte se ser uno de los primeros empleados y tener acciones, al venderse recibes muchísimo menos dinero”.
Claves para tener éxito: “Todo lo que hacíamos tenía un modelo económico determinado detrás basado en un retorno claro: no gastábamos un euro sin saber si tenía retorno. El equipo fue fundamental. Había 4 o 5 con la misma formación y con las mismas ganas de viajar y generar valor y con sentido competitivo”.
Fuente: https://www.emprendedores.es/