Trabajar más allá de los horarios laborales no solo es inconveniente para el empleado, sino que afecta la productividad empresarial, ya que varios estudios han demostrado que trabajar más horas de lo normal genera rendimientos decrecientes.
Esto significa que cada hora adicional que una persona pasa en la oficina fuera de su jornada es menos productiva que la anterior; por eso es necesario desarrollar estrategias para optimizar el tiempo.
En momentos en que la palabra multitasking está de moda, es importante el desarrollo de actividades que refresquen y renueven, como una forma clave de lograr mayores eficiencias en el trabajo.
Sin embargo, el coach Gustavo Hernández, gerente de Empresas Rentables, considera que nadie es multitarea y solo se procesa una cosa a la vez; por eso, cuando se trata de atender varias, lo que se hace es interrumpir constantemente y en este reinicio continuo de actividades se pierde tiempo, que termina siendo compensado en horas extralaborales.
Para los trabajadores es importante tener una vida fuera de la oficina, pues se dice que la gente más productiva es la que le da prioridad al tiempo que no está en la empresa. Expertos plantean algunos consejos que pueden ayudarle a no dejar tareas pendientes y salir en tiempos justos de la oficina.
Hay metodologías como la Getting Things Done (GTD), desarrollada por el consultor David Allen, en la que se invita a la persona a realizar una recolección, un procesamiento, una organización, una revisión y una ejecución de la información relacionada con las tareas que debe llevar a cabo. Es clave tomar las tareas diarias que se tienen en la mente y escribirlas, para hacerles seguimiento.
Una de las estrategias para lograr el objetivo de salir temprano y no dejar pendientes es tener una buena planeación sobre la agenda y medir qué es importante y urgente a corto, mediano y largo plazo. De igual forma, antes de empezar la semana es importante hacer una revisión de los compromisos (personales y profesionales) y prepararse para asumirlos, además de establecer una agenda con el equipo de trabajo y avisar con tiempo las reuniones, así como sus cancelaciones.
2| Evitar la “reunionitis”. cuando se recibe la invitación a una reunión es importante entender el propósito y si la presencia en las mismas es imprescindible o si se puede delegar, en caso de ser posible. Es clave, además, tener disciplina en horarios de inicio y finalización de las reuniones.
3| Dedique un tiempo específico a revisar correos. destinar un momento del día para revisar los correos es una decisión pertinente, pues esta labor puede quitarle tiempo valioso para el desarrollo de otras tareas que pueden resultar prioritarias.
4| Replantee la noción de “salir del trabajo”. No debe sentirse culpable por irse antes que los demás, pues si sus tareas están en orden no debe preocuparse por si sale temprano. Irse de la oficina a tiempo no tiene que ver con la cantidad de trabajo que realice o la calidad del mismo. No por estar más tiempo sentado se trabaja más.
Fuente: http://www.dinero.com/