A lo largo de la vida de las personas, la gran mayoría busca recibir algún tipo de reconocimiento, ya sea de sus padres, profesores o superiores en el trabajo. Está demostrado que el reconocimiento puede ser un poderoso aliado para mejorar el desempeño en ámbitos tan variados como el personal, académico, y por supuesto, laboral. Esto ha llevado a muchas empresas a diseñar e implementar programas de reconocimiento que contribuyan a crear el ambiente idóneo para sus colaboradores.
Pero, ¿cuáles son concretamente los beneficios de fomentar una cultura de reconocimiento? En primer lugar, contribuye a generar una percepción positiva de los miembros de una organización respecto al trabajo que desempeñan. Esto beneficia, en gran medida, a la creación de un clima laboral adecuado. Como consecuencia, un buen ambiente incentiva a los colaboradores a mejorar su rendimiento y a contribuir a una mejora en la productividad general de la organización.
Asimismo, en un ambiente laboral tan competitivo como el actual, reconocer los logros de los trabajadores es una forma perfecta para retener y potenciar el talento dentro de una compañía.
Existen dos formas de reconocimiento que las organizaciones pueden emplear: informal e formal. El reconocimiento informal puede ser puesto en práctica por cualquier jefe, sin necesidad de llevar a cabo una ardua planificación. Se trata simplemente de un agradecimiento espontáneo por una labor bien realizada. Puede parecer un acto simple, pero los efectos pueden ser significativos.
El segundo tipo de reconocimiento es el formal. Este consiste en un programa estructurado y bien planificado para reconocer los logros de los trabajadores y la consecución de objetivos tangibles. Este debe reforzar los valores y comportamientos que la empresa señale como propios de su cultura organizacional.
Fuente: https://www.esan.edu.pe