Si usted eligió ser un ejecutivo en su empresa, bien sea de mando medio o alto, es consciente tanto como nosotros que tiene la responsabilidad de impulsar el crecimiento de la organización para la que trabaja. Esto tiene mucho que ver con la proyección que la gente perciba de usted, bien sea a nivel de vestuario, actitud, postura, tono de voz, seguridad al estrechar la mano o dar una información. Sin embargo, más allá de las percepciones debe enfocarse en sus propios hábitos.
Para Amrop Top Management, los ejecutivos son la clave fundamental de cualquier gran organización, por lo cual le presenta 5 hábitos que lo llevarán a ser un ejecutivo exitoso:
- Aprenda a ser usted mismo. Las empresas de este siglo valoran a las personas capaces de expresarse sin limitaciones, siendo altamente creativos, ingeniosos, sociables y propositivos; aun así, las organizaciones tienen cabezas líderes, quienes han creado imagen e identidad a su marca, y velan por mantenerlas ante la apreciación de su mercado objetivo. Esto es importantísimo. Usted debe ser espontáneo y transparente, adaptativo a los cambios, pero entendiendo que hace parte de la identidad de algo más. Vístase de acuerdo al modelo de su empresa, exprésese adecuadamente, utilice el lenguaje de su organización, duplique su imagen. En otras palabras, entiéndase como parte del producto o servicio que está vendiendo. Con esto nos referimos a que aprenda a ser quién usted puede ser, como ejecutivo.
- Programe su tiempo. Sea medido en cuanto al tiempo que dedica a sus actividades. A su cargo tiene la gestión y relaciones interpersonales, su equipo de trabajo y las acciones de carácter técnico ejecutivo. Sea equilibrado en cada uno. Dedíqueles el tiempo justo, asegurándose de ser conciso y eficiente cuando exponga sus argumentos, ejecute su trabajo y capacite su personal. Más allá de mostrar resultados se trata, de nuevo, de duplicación. La eficiencia de una organización radica en que los modelos se repliquen adecuadamente, y usted es un modelo a seguir.
Por fuera de la empresa también debe programar su tiempo, dedicarse a sus asuntos familiares y sociales, fortalecer cuerpo, mente y espíritu con actividades de relajación, esparcimiento y crecimiento personal, evitando entremezclarlos con su vida laboral.
- Planee, enfóquese y genere estrategias. Recuerde que de usted, su desempeño y conocimientos depende la organización para la cual trabaja. El mercado objetivo cambia constantemente, y hace necesario que las empresas les sigan de cerca, analicen sus hábitos y estilos de vida, preferencias, anhelos, metas, para formular rutas de actuación a corto, mediano y largo plazo, tener tiempo de amoldarse cuando sea necesario o, preferiblemente, amoldar al cliente a cambios paulatinos en la organización, su producto o servicio. Para que los cambios del entorno, el mercado o la estructura interna de la empresa no afecten negativamente, es indispensable generar estrategias constantemente, planificar acciones y enfocarse en acometerlas.
- Reconócete. Usualmente los profesionales adquieren el hábito de caer en la autocracia y la autonomía excesiva, cometiendo dos errores. El primero es recargarse de trabajo, generando subjetivismos en el producto/ servicio, la imagen y el lenguaje organizacional. El segundo es considerarse inequívoco en sus decisiones, lo que desencadena pérdida del mando en el personal de la organización, ruptura de la confianza y la comunicación interna, y posiblemente ahuyente clientes por sesgar la empresa.
Adicional a lo anterior, es bastante sano para usted como para la organización, reconocer falencias y fortalezas, limitaciones tanto como alcance, para que el reloj organizacional funcione ordenadamente.
- Asegure una organización duplicable. Este último hábito lo hemos mencionado en los anteriores, precisamente por su importancia. Si usted desea llegar a más clientes, ampliar su mercado, expandirse, es indispensable que genere modelos replicables en toda su estructura. Esto no se consigue explícitamente con un derrotero o manual, sino con la manera en que escoja a su personal de trabajo, cómo les capacite, qué ejemplo dé usted mismo, qué planes y estrategias plantee, cómo los involucre a ellos, y por último, conformando un equipo por competencias que robustezca la empresa.
Existen varios hábitos a nivel empresarial que un ejecutivo puede adoptar. Los anteriores son hábitos que Amrop Top Management ha identificado de la mano de grandes empresas que se cuestionan constantemente el desempeño de sus altos y medios mandos. Esperamos que usted tome la decisión de adoptarlos y sea también un ejecutivo exitoso.
Fuente: http://blog.amroptop.com