Las fiestas decembrinas son una excelente época para el marketing gracias a uno de los íconos comerciales más importantes de la historia: Santa Claus. No importa como lo llamen, Papá Noel, Father Christmas, San Nicolás, etcétera, se trata de un personaje legendario que habla de la Navidad, regalos, reuniones en familia y de una manera muy poco conocida, de Coca-Cola.
El sitio Puro Marketing apunta que el origen de persona que trae regalos a los “niños buenos” durante la víspera de Navidad en Occidente también ha hecho que la marca de refresco más famosa del mundo sea referente obligado en estas fechas. Inspirada en la figura real de un obispo cristiano llamado Nicolás, el Santa Claus de hoy es más una fabricación de The Coca Cola Company, tanto así que su vestimenta tradicional que por siglos fue de color verde fue transformada para homologarse a los motivos de la marca.
Esto sucedió en 1931 cuando Coca-Cola lanzó una campaña de publicidad navideña que se centraba en un Santa Claus con los colores corporativos blanco y rojo.
Una de las primeras ilustraciones de Santa Claus que se acerca a la interpretación actual que le damos al personaje se dio en 1862 cuando el caricaturista de la Guerra Civil estadounidense Thomas Nast dibujó a un pequeño duende que apoyaba a los soldados de la Unión en Navidad. Esta imagen serviría de base para la campaña posterior de Coca-Cola.
Según el sitio Coke Lore de la firma, la compañía empezó a utilizar al personaje en la década 1920 en la publicidad de revistas como The Saturday Evening Post, Ladies Home Journal, National Geographic, The New Yorker, entre otras, y utilizaban una imagen mucho más severa de San Nicolás. La razón de estas campañas era cambiar la idea de que Coca-Cola era una bebida para clima cálido, por lo que decidieron lanzar una estrategia con el eslogan “La sed no conoce temporada”.
En 1930, el artista Fred Mizen pintó un Santa bebiendo una botella de Coca-Cola en una tienda departamental, una imagen que fue reproducida en los anuncios impresos de la temporada navideña de 1930. Tal fue su éxito, que la agencia de publicidad de Coca-Cola, D’Arcy y en especial el ejecutivo Archie Lee, decidieron utilizar este símbolo en 1931 y en los años sucesivos.
La transformación al Santa actual fue producto del artista sueco Haddon Sundblom, quien por encargo de la empresa cambió la imagen tradicional y más piadosa del folklor cristiano, en la del Papá Noel de nuestros días.
El pintor tomó como modelo a un vendedor jubilado amigo suyo de nombre Lou Prentice para quitarle a San Nicolás los rasgos tipo gnomo que había ganado en las tradiciones irlandesas y bretonas. Lo hizo más alto, de rostro más grueso y bondadoso, y ojos alegres.
Sundblom se inspiró en el poema ‘Twas the Night Before Christmas de Clark Moore para crear sus escenas y siguió haciendo retoques a su modelo durante los 33 años posteriores para luego incorporar a sus hijos y nietos en las imágenes del personaje. Cuando la edad se lo permitió, aprovechó su parecido personal con Santa para convertirse en su propio modelo. El artista falleció en 1976.
Coca-Cola produjo muñecos de peluche, merchandising, juguetes, óleos y distintos anuncios con las imágenes de Sundblom que hasta la fecha son objetos de colección y forman parte del stock del Museo de la Ciencia e Industria de Chicago, del Louvre de París, del Royal Ontario Museum en Toronto, los almacenes Isetan en Tokio, las tiendas NK de Estocolmo y por supuesto, del Archivo de Coca-Cola.
Los cuadros que el artista pintó entre 1931 y 1966 fueron utilizados en todas y cada una de las campañas navideñas de Coca-Cola alrededor del mundo, incluso hoy en día siguen siendo referente obligado para la industria. Tal fue el éxito de esta campaña que hasta la fecha este Santa Claus es un ícono de la cultura occidental y de las fiestas no religiosas de la temporada.
Estos son algunos otros anuncios de Coca-Cola:
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Todas las imágenes son propiedad de The Coca-Cola Company.
Fuente: https://www.entrepreneur.com