Como enfermera neonatal, Jennifer Welker aprendió a prosperar bajo estrés.
En lugar de permitir que el dolor por manejar a un bebé enfermo la afectara, Welker sorteó con habilidad algunos de los momentos más difíciles en su carrera y rápidamente superó situaciones difíciles.
Ella atribuye su eficacia a las ventajas de trabajar bajo estrés.
Aprovechar la presión innata que corresponde a su trabajo, dice, mejoró su productividad y rendimiento. Aun así, transitó por una delgada línea, entre sacar lo mejor de una situación de presión e ignorarla por completo.
«Era casi demasiado buena en mi trabajo», dice Welker, quien con frecuencia tiene que pasar tiempo en la morgue. «Me había vuelto fría e insensible, porque tienes que apartarte emocionalmente del momento».
Después de algún tiempo, el estrés de su trabajo llegó a un punto de inflexión y le ganó la partida. No podía ni controlarlo ni ignorarlo más.
«Vi muchas muertes y personas en su peor día, eso pesa sobre ti», afirma.
En última instancia, comenzó a sufrir el denominado estrés crónico.
Los síntomas pueden incluir cualquier cosa, desde una caída en las defensas de tu cuerpo hasta problemas de sueño. Welker abrió un negocio de joyería como salida terapéutica a las exigencias de la enfermería.
Cuando su salud comenzó a sufrir, hace tres años, Welker renunció a su trabajo y se dedicó a su negocio paralelo a tiempo completo.
Puede ser bueno para ti, hasta que deja de serlo
Mientras que los embates del estrés en el puesto de trabajo pueden ayudar a concentrarte mejor en las tareas y aumentar la eficiencia, el estrés crónico puede afectar la calidad de tu trabajo, poniendo en peligro tu empleo y tu vida fuera de la oficina.
Es difícil saber cuándo el estrés golpea hasta un punto de ruptura y empiezas a sufrir los efectos del agotamiento.
Mientras que el estrés es tensión emocional o mental que puede ir y venir, el agotamiento es el cansancio emocional, físico y mental que se produce después de un estrés prolongado. Emerge con el tiempo y la recuperación puede ser mucho más difícil.
«No siempre se hace explícito, pero en realidad hay consecuencias que las personas enfrentan cuando parecen no tratar su estrés en el lugar de trabajo», dice Stefano Petti, copropietario de Asterys, una empresa de desarrollo organizacional en Roma.
En 2015, más de 488,000 personas reportaron enfermedades relacionadas con el estrés en el trabajo en Reino Unido, lo que representa el 37% de todas las enfermedades vinculadas con el medio laboral, según el Estudio de Salud y Seguridad de la Fuerza Laboral en ese país (Health and Safety Executive Labour Force Survey).
Encontrar el punto de inflexión
Saber cuándo el estrés va de positivo a negativo es difícil.
El estrés crónico casi siempre significa que alcanzará un punto de inflexión, que puede dañar tu carrera, dice Petti.
Eso es lo opuesto al estrés que surge solo durante los proyectos más tensos o los períodos más ajetreados del año, el cual finalmente desaparece sin influencias negativas, explica Petti.
Es el estrés a largo plazo el que en última instancia afectará tanto tu bienestar físico como mental, con reacciones que incluyen palpitaciones, problemas de estómago y dificultad para tomar decisiones, añade Petti.
La mayoría de las personas no reconocen esto último hasta que es demasiado tarde. «Hay una tendencia a subestimar las condiciones del estrés a largo plazo», dice.
Entonces, ¿cómo tomar conciencia de tu propio punto de inflexión una vez que estás sometido al estrés crónico?
La respuesta puede llevar un poco de indagación profunda.
La experiencia previa puede desempeñar un enorme papel en cómo manejar el estrés y descifrar tu propio punto de inflexión personal, dice Ron Bonnstetter, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de TTI Success Insights, firma que se especializa en desempeño en el centro laboral en Scottsdale, Arizona.
Lidiar con el estrés durante largo tiempo puede dañar la capacidad del cuerpo para enfrentar breves estallidos de situaciones estresantes, dice.
Los síntomas pueden aparecer como físicos, emocionales, cognitivos o de comportamiento, de acuerdo con la investigación de TTI.
«No hemos aislado el estrés en el centro laboral», dice Bonnstetter.
Es el estrés a largo plazo el que terminará afectando tu bienestar físico y mental, con reacciones como palpitaciones, problemas de estómago y problemas para tomar decisiones»
«Cargamos con antecedentes de todos los aspectos de nuestras vidas y nuestra reacción puede ser (impredecible) cuando se producen algunos de esos elementos desencadenantes».
En retrospectiva es más fácil detectar un punto de inflexión que en realidad puede ocurrir durante meses o incluso años, dice Alan Levin, fundador de CareforLawyers.com, una práctica de terapia para abogados en Chicago.
A menudo no es que alguien pierda el control delante de los colegas, sino que puede manifestarse gradualmente, dice.
La idea de un punto de inflexión «simplifica más lo que realmente es un proceso de experiencia y comprensión», agrega Levin.
Recuperarse del estrés
Incluso después de haber alcanzado un punto de inflexión con el estrés, es posible recuperarse personal y profesionalmente, dicen los expertos.
Mientras que algunos de los clientes de Levin han tenido que dejar sus puestos de trabajo debido al estrés, otros nunca han tenido que cambiar.
Más bien su trabajo se convierte en más manejable gracias a las técnicas que les ayudan a lidiar con el estrés, añade.
Para ayudar a sus clientes, Levin explicar que el estrés es una cuestión de percepción. Cuando cambia su idea de lo que es estresante, también lo hacen los efectos del estrés, explica.
«El estrés es el sentimiento que aflora cuando percibimos que tenemos una necesidad u obligación (pero) con recursos inadecuados para manejarla», dice.
Muchos de los abogados a quienes Levin aconseja terminan quedándose en la firma, agrega.
Como terapista, utiliza técnicas cognitivas de terapia conductual para ayudar a las personas a «comprender cuándo y cómo están distorsionando la información sobre su experiencia».
Después de separar estos pensamientos negativos y reconocer las llamadas «distorsiones cognitivas», muchos pueden trabajar a pesar del estrés usando su propia percepción de su visión cambiada de experiencias previas, agrega.
Otros, por supuesto, aprenden del estrés en el trabajo y luego siguen adelante.
Welker dice que aplicó el estrés beneficioso que experimentó como enfermera para dirigir su propio negocio de joyería y usa el sentimiento como un «motivador» para cumplir con las tareas diarias.
«Siempre se trata de priorizar las cosas esenciales que hay que hacer», dice.
«Se trata de usar ese estrés para empujarte«.
Fuente: https://www.bbc.com/