Como muchos jóvenes de su generación, Katie Simon se enfrentaba a un panorama laboral que no le prometía tener un trabajo seguro tras obtener el título de su carrera. El riesgo de que el esfuerzo de años de estudio desembocara en un triste retorno al hogar familiar la empujó a emplearse a fondo en el arduo y tedioso proceso de la búsqueda de empleo.
Tras finalizar una beca, participar en actividades extracurriculares, expandir su red de contactos y acudir a varias ferias de empleo, Simon se puso manos a la obra para pulir hasta en sus más sutiles aristas un currículo que acabara abriéndole las puertas del mayor número de empresas posible.
Aunque nuestra carrera sea impresionante, será inútil si es imposible sacar ideas concluyentes desde lo que hay realmente escrito
Como el artesano que se esmera en producir una obra manual bien acabada, la joven tuvo que revisar, repensar y reescribir continuamente el documento. Tras diversas redacciones, Simon asegura haber conseguido todo un salvoconducto que le granjeó el interés de Google o Buzzfeed, así como de otras 12 ‘startups’. En un artículo publicado por ‘The Independent’, revela el resultado del currículo en cuestión detallando las nueve claves de su funcionamiento.
1. Escribe el currículo como si fuera una guía
El empleador no tiene otro conocimiento sobre el candidato que las pocas líneas impresas que le remitimos. En vez de caer en plantillas que delimiten demasiado una estructura, Simon invita a que reflexionemos sobre una serie de cuestiones. ¿Qué te gustaría que te preguntaran y qué preferirías evitar? ¿Cómo quieres impresionar a la empresa? ¿Qué quieres destacar sobre tu trayectoria?
Tu currículo debe funcionar como un guion para la persona encargada de reclutar nuevo personal. Con el fin de causar la mejor impresión posible, se hace necesario que nos cuestionemos si el documento es suficientemente persuasivo, cautivador y convincente.
2. Sé claro
Cuando se nos pone un plato a rebosar sobre la mesa y no tenemos mucho apetito, las ganas de comer se reducen aún más. Lo mismo ocurre con un currículo, un folio que es todo un ‘horror vacui’ genera con frecuencia un rechazo inconsciente.
Pon el énfasis en los logros que has conseguido en anteriores ocupaciones, no en tus habilidades
Por muy impresionante que sea nuestra carrera, este hecho resultará baladí si es imposible sacar ideas concluyentes desde lo que hay realmente escrito. El “fija, brilla y da esplendor” tiene aquí su aplicación inmediata: reduce los términos hasta la médula; elimina, en definitiva, cualquier información que no resulte esencial. Invita Simon a que por cada línea escrita te preguntes si la información transmitida mejorará la imagen que la empresa puede sacar de ti.
3. Sé conciso
Toda tu trayectoria debe caber en una página. Bastan solo tres o cuatro apartados y unos pocos puntos de enumeración de una línea cada uno, nunca más. Limitarse al único renglón nos obliga a centrarnos en lo que más queremos destacar.
4. Aprende a venderte bien
Pon el énfasis en los logros que has conseguido en anteriores ocupaciones, no en tus habilidades. Simon ofrece un ejemplo sugiriendo que se escriba “aumenté el número de seguidores en Facebook en un 40%” en vez de “encargada de gestionar las cuentas de Facebook y Twitter de la empresa”.
En el caso de que hayas llevado a buen puerto algún proyecto relevante fuera del trabajo, inclúyelo
Siempre que sea posible, ofrece datos objetivos de tus éxitos a través de números. Más que trabajadores altamente cualificados, lo que las empresas buscan son candidatos capaces de mejorar sus resultados.
5. No reflejes solo los méritos laborales
Los reclutadores están ávidos de espíritus emprendedores, por eso, en el caso de que hayas llevado a buen puerto algún proyecto relevante fuera del trabajo, no dudes en mencionarlo.
Añade, por consiguiente, un apartado específico donde estén presentes estos datos, ya sea referidos a una actividad de voluntariado, un blog personal, una campaña desarrollada en el ámbito universitario, etc.
6. Provoca que quieran saber más de ti
El currículo no es más que una primera impresión. Si a través de él hemos logrado captar el interés de quien lo ha leído, lo ideal es seguir colmando su curiosidad en nuestro favor.
Desde el momento en que has trabajado en más de tres empresas, tienes que empezar a plantearte si debes eliminar la experiencia laboral más antigua
Incluye enlaces a portfolios que estén disponibles en internet, a una página web personal o a un blog. Si decides adjuntar ‘links’ a Instagram, Twitter, Facebook o a un canal de YouTube, ten en cuenta que a partir de ahora tales cuentas tienen como propósito ser una ayuda para conseguir un trabajo, por lo que debes cuidar con especial esmero la información que publicas en ellas. Puedes crear una cuenta exclusiva para el mundo laboral.
7. Selecciona la información
Desde el momento en que has trabajado en más de tres empresas, tienes que empezar a plantearte si debes eliminar la experiencia laboral más antigua. Simon reconoce que ha trabajado en el doble de compañías de las que figuran en su currículo, mostrando solo aquellas que más valor añaden a su trayectoria.
8. Sé un poco extravagante
Haz que figure algún dato muy concreto que contraste positivamente con el resto de la información enviada: cursos en materias que no tengan una conexión directa con el puesto, premios en competiciones deportivas, aficiones particulares…
9. Personaliza
Enviar un currículo distinto a ofertas específicas resulta trabajoso, pero normalmente se traduce en resultados mejores que si se remite el mismo documento, sin ton ni son, a multitud de anuncios o a través de candidaturas espontáneas, sin utilizar un filtro que sea consistente.
Si la pereza nos puede, es importante tener al menos un número considerable de modelos basados, por ejemplo, en nuestra experiencia en diferentes sectores o en puntos fuertes que nos posicionarán mejor dependiendo del trabajo que nos interese.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/