¿Estás esperando a que se descargue un video o a que te respondan un mensaje? ¿Qué tal si puedes hacer algo de provecho en esos micromomentos? ¿Tal vez aprender una lenguamicroaprendizaje
Pues los expertos del Laboratorio de Informática e Inteligencia Artificial (CSAIL) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por susu siglas en inglés), en Estados Unidos, que no parecen perder nunca el tiempo, desarrollaron una serie de aplicaciones que te van presentando pequeñas tareas para que las vayas haciendo en esos segundos.
Si eres de los que se asustan con este tipo de innovaciones, recuerda todas esas ocasiones en las que te sacó de casillas esa espera que te pareció una eternidad; o acuérdate de las veces has escuchado decir o has dicho que no tienes tiempo para aprender nuevas cosas.
En eso pensaron los investigadores, y aprovecharon esa forma de aprendizaje tan acorde con el siglo XXI que se llama microlearning o microaprendizaje: impartir educación en fragmentos pequeños, activos y frecuentes en vez de largos monólogos.
A ver… ¿cómo funciona?
«Imagínate que te levantas por la mañana, abres tu laptop y estás esperando a que se conecte tu wifi», le dice a la BBC Carrie Cai, la directora del proyecto de la app de MIT a la que llamaron Waitsuite.
«WaitSuite puede detectar que estás esperando y te alertará que hay una palabra que podrías estar aprendiendo mientras tanto».
«Más tarde, quizás estás esperando por el ascensor para bajar a almorzar, y WaitSuite te recordará que puedes seguir aprendiendo lo que empezaste esa mañana y continuar desarrollando esa lección».
La aplicación refleja la característica de esta estrategia de aprendizaje que le ofrece al alumno pequeñas píldoras de información para que pueda ir adquiriendo poco a poco pero rápidamente habilidades y conocimientos.
En la vida cotidiana, es posible que tú lo hayas experimentado, si alguna vez has buscado instrucciones en internet para saber cómo arreglar algo en tu casa o recurriste a Google para llenar uno de tus vacíos de saber.
En la educación formal, aunque no ha sido adoptado por muchos colegios, las instituciones que lo practican dicen estar logrando muy buenos resultados.
En Irlanda, los pupilos de colegios en Galway se divirtieron aprendiendo matemáticas con videos cortos, mientras que los colegios de Finlandia, redujeron el tiempo de las clases a 45 minutos y después de cada una hay un recreo de 15 minutos, lo que al parecer ha aumentado la productividad de los estudiantes.
Volviendo a los segundos…
Mientras los colegios experimentan con minutos, la tecnología portátil se presta para aplicaciones como la de MIT y sus creadores tuvieron en cuenta, además del contenido, la discreción.
«Una de las claves de WaitSuite fue diseñar la manera de que las tarjetas mnemotécnicas y las pequeñas tareas aparecieran de manera que fueran de muy fácil acceso pero también que fueran fáciles de ignorar», explica Cai.
«No queremos que su aparición en pantalla te distraiga de lo que te ocupa».
Sin embargo, ¿no desconcentra ponerte a traducir una o dos palabras mientras esperas a que se cargue un documento? Uno supondría que es mejor enfocarse en lo que se está haciendo en vez de distraerse con otra tarea.
«Lo que arrojó nuestro estudio fue una interesante inversión de hechos pues el grupo de gente que estaba usando WaitSuite fue capaz de continuar con lo que estaban haciendo, mientras que los que no tenían la app tendían a irse a hacer otras cosas», señala Cai.
«Eso no sorprende pues la gente tiene una cantidad de hábitos compulsivos, como abrir Facebook, jugar Candy Crush, chequear Buzzfeed, y todo tipo de cosas», agrega.
«En el futuro, sería interesante explorar la posibilidad de que aplicaciones como WaitSuite sean una forma de combatir las conductas de multitarea, creando cortas y sencillas tareas que puedas responder mientras esperas, para que no te distraigas».
Sabiduría fragmentada
El método, señala la investigadora, se ajusta mejor al aprendizaje de cosas que puedan dividirse en pedazos, como palabras, desde aquellas en otros lenguajes como terminología especializada como la médica o legal, o fechas históricas.
«Cosas que sean cortas, sencillas y que necesiten relativamente poco contexto».
Y es precisamente por eso que hay educadores que tienen sus reservas respecto al microaprendizaje.
Señalan que reduce el significado pleno del aprendizaje.
Les parece que minimiza la importancia del hecho de que al aprender con compañeros, internalizamos las estrategias que vemos que otros utilizan.
Aunque no lo desestiman como una ayuda para el aprendizaje, les preocupa que depender de ese método de instrucción puede llevar a la falta de perspectiva y síntesis.
En otras palabras, si quieres saber cómo se escribe una frase en inglés, el microaprendizaje es ideal; si quieres usar esa frase correctamente, necesitas de contexto: qué significa exactamente y cómo su significado puede cambiar según la situación, por ejemplo.